Las tensiones comerciales entre ambas potencias se agravan, generando incertidumbre sobre el futuro de las relaciones económicas transatlánticas.
La reciente decisión del gobierno de Estados Unidos de imponer un arancel del 25% sobre las importaciones de acero y aluminio ha desatado una nueva crisis comercial con la Unión Europea (UE). La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, calificó la medida de "injustificada" y advirtió que Bruselas tomará "contramedidas firmes y proporcionales" para proteger a su industria y trabajadores.
El comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, alertó que estos aranceles incrementarán la inflación y afectarán tanto a empresas europeas como a consumidores estadounidenses. Mientras tanto, la UE evalúa imponer represalias sobre productos icónicos de EE.UU., como el bourbon y las motocicletas Harley-Davidson.
Las tensiones comerciales entre ambas potencias se agravan, generando incertidumbre sobre el futuro de las relaciones económicas transatlánticas. Con este nuevo episodio de guerra arancelaria, la posibilidad de un acuerdo negociado parece más lejana, mientras los mercados reaccionan con preocupación.
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