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Foto del escritorAHK El Salvador

GREEN E-COMMERCE: una apuesta necesaria.


El comercio puede ser un catalizador del desarrollo sostenible, especialmente en la actualidad que el cambio climático y los efectos incipientes de la contaminación ambiental han reabierto el debate histórico con la protección medioambiental. Debido a la pandemia de COVID en el 2020, los consumidores se abogaron más a las compras en línea por las limitantes de bioseguridad.


Bob Hoyler, en el webinar Top Five Digital Consumer Trends in 2022, explica que la acción climática se convertirá en un enfoque clave para los consumidores y los formuladores de políticas, respondiendo a una creciente urgencia de encontrar formas de hacer que el comercio electrónico (e-commerce) sea sostenible. De acuerdo con la encuesta de Euromonitor International, Voice of the Consumer: Lifestyles Survey 2021, el impacto de la pandemia ha alterado la trayectoria de crecimiento del e-commerce de manera global, con un 65% de los consumidores digitales que indican una preocupación creciente sobre el cambio climático. Además, según Shaina Arora en su artículo Devising e-commerce and green e-commerce sustainability, el 35% de los consumidores están dispuestos a gastar más en productos ecológicos que en productos que no lo son.


Debido que la equidad y sostenibilidad ambiental proveen una recompensa ética emocional mayor, es decir, es un valor agregado para los consumidores de e-commerce; la imagen comercial ecológica y la reputación de su línea de producción sustentable son los principales impulsores de la inversión en sostenibilidad. Esta data se ve respaldada por las alzas de compras online de productos “eco- friendly” y que vienen impulsados por las nuevas líneas de pensamiento de la generación que procede a los millennials (Generación Z o “Centennials”).


En una encuesta realizada por Smurfit Kappa, se afirma que el 69% de los encuestados prefiere los empaques de papel por motivos de sostenibilidad. Esto deja a los actores de comercio electrónico sin más opciones que adaptarse a las nuevas realidades: emisión de costos medioambientales (a pesar de la insatisfacción del consumidor) y el costo de su reputación de marca. Los consumidores no solo esperan adquirir productos biodegradables, sino también que la logística de envío cuente con bajas emisiones en carbono con mínima contaminación y que sea eficiente en el uso de recursos naturales. En El Salvador hay muchas empresas que están incluyéndose en el período de la pandemia en los beneficios del e-commerce, en cuyos procedimientos es imperante que incluyan estrategias en favor al medioambiente.

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