Seguro que eres consciente de que el tiempo que pasa no vuelve.
Te ves enredado en jornadas de trabajo agotadoras, compromisos familiares, tareas domésticas que no acaban nunca. Acaba el día, y te das cuenta de que no has tenido tiempo para disfrutar de aquello que te hace verdaderamente feliz. El tiempo es un buen amigo, es muy democrático. Todos tenemos el mismo tiempo, todos tenemos los mismos 365 días del año. Entonces, ¿Por qué hay personas que si logran que les alcance el tiempo?
Para organizarnos mejor, es necesario aprender a gestionar nuestras prioridades y la atención que ponemos a cada una de ellas. Estas prioridades deben ser tanto en lo personal, como en lo profesional. Porque solo tenemos una vida, que integra ambas en 24 horas al día.
Debemos focalizar nuestros objetivos, según las prioridades: Si yo quiero comprarme una casa, quiero ahorrar, quiero irme de viaje. Y en el trabajo también: quiero llegar a trabajar solo 6 horas al día, quiero lograr tanto de facturación, esos son objetivos, según las prioridades. Todas las prioridades son válidas, pero debemos ser consecuentes.
Hay que ponerse objetivos según las prioridades. Si te preguntas: ¿Cuáles son mis prioridades? Y dices mi prioridad es la familia, pero estás llegando a las 9 de la noche cuando los niños ya están dormidos, debes revisar si realmente estas trabajando en tu prioridad.
A continuación encontrarás unos pasos sencillos para organizarte mejor:
1. Lo primero es definir las prioridades.
2. Trazarse objetivos para alcanzar dichas prioridades. Los objetivos deben ser SMART:
3. Debes usar una agenda en tu vida (Puede ser en papel o electrónica) Tiene que ser una sola agenda, para no tener que estar viendo en dos o tres lugares. Una tanto para la vida profesional, como la personal.
4. Planifica por semanas, no por días. Una lista de tareas es apuntar todo lo que tienes que hacer, pero no está planificado cuándo lo vas a hacer. Al final el sentimiento de “no he hecho nada” es feo. Porque no nos fijamos en lo que si hicimos. Se escribe todo y luego se va definiendo en qué día y hora de la semana se va a planificar. Por ejemplo, si jueves a las 4 pm tienes cita con el médico, debes parar para asistir a la cita, no puedes postergarla o perderla.
5. Aprovecha las horas de máxima concentración. En la mayor hora de concentración ponte las tareas más importantes. Lo administrativo no requiere tu mayor hora de concentración. Eso lo puedes hacer por la tarde, si tu mayor concentración es por la mañana.
6. Identifica tus ladrones de tiempo: Procrastinar, las redes sociales, no saber decir NO, el desorden en archivos y lugar de trabajo (Aplica en físico y digital), no saber delegar, bloqueo mental, etc)
La clave no es priorizar lo que está en tu planificación, sino planificar tus prioridades
Y recuerda… ¡Solo la organización vence al tiempo!
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